¡Y cuánto nos queda por hacer! -- Gabriel Sánchez (Montevideo-Uruguay)

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No nos va a dar la vida.- Pepe Mújica
Montevideo, 4 de agosto de 2010 ?
En un rincón del Sur del mundo, se ha dado un paso sustancial en la configuración de la humanidad, rumbo a la segunda década del III milenio??Es un acontecimiento histórico que emerge como la concreción de un largo proceso que ha nacido en los pueblos del Sur, en el momento de la invasión y conquista por parte de la cultura Europea, esclavizados por los imperios de turno nuestros pueblos…

…que han resistido por más de 500 años y han ido configurándose con el mestizaje??de una diversidad de culturas?? estamos hoy dando a luz un proceso de integración, que es la concreción de una etapa en el camino de aquel sueño que anida en el corazón de la pueblos de América, que fue acunado por sus próceres libertadores y hoy comienza emerger como una concreción, tanto en el MERCOSUR, como en EL ALBA, como en la UNASUR??

Allí, en la provincia de San Juan hemos dado un paso fundamental, no sólo para nuestros pueblos, sino para la humanidad toda, este proceso que nos va haciendo asumir nuestra identidad profunda, la de ser una Patria Grande??que sin embargo se expresa en culturas diversas y en una multicolor plurinacionalidad??Que no impone la uniformidad, sino que concibe su pluralidad, como un aporte esencial a la verdadera UNIDAD??

En este entorno, con profunda claridad, el Presidente Mújica dijo – ?¡Y cuánto nos queda por hacer!?? Es que ese proceso de UNIDAD, tiene una característica sustancial, la de levantar en andas el viejo sueño de liberación de nuestros pueblos y para que eso sea posible y para que concretemos nuestro ser PATRIA GRANDE, hay un proceso necesario, que es condición necesaria??y es al avanzar en la concreción de nuestra INTEGRACI?N, TRANSFORMANDONOS EN PATRIA GRANDE??LO HAGAMOS EN CLAVE DE JUSTICIA SOCIAL Y DE LIBERACI?N, pero estos dos elementos Integración y Liberación tienen una necesaria concreción biunívoca, porque la integración sólo será posible en la medida en que ella coadyuve en el gran objetivo de liberación de nuestros pueblos??

Y ese proceso tiene un claro sentido, la liberación se alcanzará cuando los pueblos impulsados a una vinculación de unidad esencial, hagan posible el reparto real de la riqueza, la propiedad comunitaria, el desarrollo de proyectos sostenibles que no depreden y agosten el medio ambiente, ni destruyan los ecosistemas??

Y esto pasa en primer lugar por no aceptar la tentación de desunirnos y aliarnos a fuerzas externas que lo que han hecho durante 500 años, es esclavizarnos más y más?? EL TENER CLARO QUIENES SON LOS AMIGOS Y QUIENES NO LO SON?? ES PARA ESTE PROCESO DE INTEGRACI?N- LIBERACI?N CONDICI?N NECESARIA.-

Tener claro que nadie se niega a comerciar con nadie, pero ese comercio internacional debe darse en el contexto de la defensa de los recursos, de la felicidad y de la estabilidad ecológica de nuestra PATRIA GRANDE??Para lograr estos objetivos no debemos permitir la concreción de los Tratados de Libre Comercio, que nos esclavizan y empobrecen. Como el proceso que sufriera México, que hoy es una verdadera en tierra arrasada por la fuerzas del capital y en detrimento del pueblo, hipotecando sus recursos naturales de los que se ha adueñado el capital trasnacional??

Debemos comprender que se podrá ir despacio, que incluso debemos tener conciencia de que los procesos se hacen paso a paso, como decía el compañero Pepe, pero de ninguna manera se debe ceder al gran capital, la invalorable riqueza de nuestros suelos y de nuestros ríos, sin la regulación y las salvaguardas necesarias, el tratado con la República Argentina, sobre el control del Río Uruguay, es sin lugar a dudas modelico??

La tentación de no estar unidos no sólo comercialmente, sino estratégicamente, unidos, defendiendo nuestros intereses comunes, saber que los intereses del norte, viene por nuestros recursos y por asentarse como un poder político en nuestra patrias, para ocupar el rol del Estado de tomar las decisiones políticas, como bien lo ha marcado el Papa en su encíclica la Caridad en la Verdad, debemos reforzar el poder del Estado, legitimo representante del pueblo, frente al capital trasnacional??

Y menos aún el ceder a las tentaciones del norte de no tener una posición monolítica en la defensa de la República Bolivariana de Venezuela, ante la embestida de Washington??no nos confundamos, el capitalismo nos quiere juntitos para dominarnos mejor??Sería un error histórico el permitírselo??Por esto, nuestra mirada debe apuntar hacia una integración que vaya liberando a nuestros pueblos de los opresores de turno y del gran opresor del momento que es el capitalismo a través de la globalización del consenso de Londres?? Por eso ahora el centro del Universo no son las repúblicas, deben ser los pueblos??

(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)