Obsesión independentista -- Pedro Serrano

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Los sentimientos no son malos ni buenos en si mismos. Solo se vuelven dañinos y peligrosos cuando se llevan al extremo, cuando se convierten en obsesiones. Y la obsesión, definida como el estado de la persona que tiene en la mente una idea fija y se encuentra dominado por ella, se convierte en un problema para quien la padece y para quienes sufren las consecuencias de dicha alteración anímica.

Y es que, no olvidemos que las obsesiones administradas adecuadamente a una sociedad débil pueden terminar siendo tan contagiosas como la peste. Y esa peste obsesiva es la que de una u otra forma rige el mundo en el que convivimos. Hay sobrados ejemplos catastróficos en la historia de la humanidad de obsesiones individuales y colectivas.

De modo que, apelemos a la serenidad y a la razón y confiemos en que la obsesión independentista de los dirigentes catalanes actuales y el contagio social producido por estos no termine engrosando los hechos lamentables de la historia.

. Valladolid