Todos llevamos dentro un gran tesoro que la brutalidad de esta vida y nuestra propia espontaneidad viciada nos impiden encontrar.
La presencia del dolor ajeno puede cambiarnos y sacar lo mejor de nosotros.
Cuatro veces en mi vida me he visto ingresado en hospitales o enfermerías; una de ellas larga. Las otras puedo calificarlas de cortas.··· Ver noticia ···
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