Que Dios está ausente de nuestra sociedad europea es un dato innegable, como profetizó Nietzsche. Pero Nietzsche no habló de inexistencia sino de muerte de Dios. Y, para dejar las cosas claras, añadió: ?lo hemos matado nosotros??. La ausencia de Dios es, pues, una opción nuestra, no un dato previo a nuestro existir con el que nos encontramos. ··· Ver noticia ···
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