«VOCES CRISTIANAS DE SEVILLA» SE UNE AL RECHAZO DEL ACUERDO UE-TURQUÍA SOBRE REFUGIADOS

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 Asistimos últimamente a uno de los comportamientos más crueles y duros que la Unión Europea ha tenido nunca contra los refugiados. Su acuerdo con Turquía viene a culminar una decisión de los Veintiocho, que afecta a millones de refugiados -sobre todo sirios-, y supone un sustancial retroceso en las políticas de acogida que los gobiernos europeos han mantenido respecto de aquellos que ?huyen de la guerra y de otras situaciones inhumanas??, como bien afirma el Papa Francisco.

La Unión Europea pretende devolver a territorio turco a todos los inmigrantes que lleguen a Grecia de forma ilegal, sin distinguir entre migrantes económicos y refugiados con derecho a asilo, incluyendo a los sirios que huyen de su país en guerra.

Europa ofrece comprar ?su tranquilidad?? a Turquía por 3.000 millones de euros, y el gobierno turco defiende el acuerdo porque la UE se compromete a facilitar su adhesión a ella y a eliminar la obligatoriedad de visado para los turcos que viajen por Europa.

Esta medida, que se une a otras adoptadas últimamente – como la devolución de los migrantes económicos que no reúnen en principio los requisitos para pedir asilo – , es  de una flagrante ilegalidad y de clara inmoralidad. Lo que pretende este acuerdo es lanzar un mensaje rotundo: Europa no quiere más migrantes, bien sean económicos o bien víctimas de la violencia y la guerra que asolan entre otros países a Siria e Irak. ?No vengáis a Europa??, es el grito que la UE quiere hacer llegar a millones de seres humanos que huyen de la muerte y la destrucción.

A los refugiados se les están cerrando todas las fronteras. La última cerrada entre Macedonia y Grecia bloquea la ruta de los Balcanes, lo que traerá consigo la búsqueda de nuevas rutas (acrecentando la inseguridad de los que buscan un lugar donde poder vivir en paz), y el incremento de la actividad de las mafias de traficantes sin escrúpulos.

El acuerdo de Bruselas con el gobierno turco, supone un giro radical en la política migratoria vigente en los países europeos y un grave atentado contra los derechos humanos; sin olvidar la ilegalidad de un acuerdo que viola convenios o tratados internacionales que (para preservar estos derechos fundamentales), prohíben expresamente la devolución de personas que sean objeto de persecución o víctimas de la guerra. Tan clamoroso desafuero ha logrado en España el rechazo de casi todas las organizaciones cristianas (institucionales o no), y ONG de ámbito nacional implicadas con migrantes y derechos humanos; e incluso el de la mayoría de partidos políticos representados en el Parlamento.

A este rechazo nos unimos porque las razones con las que justifican estas medidas, son la existencia de más de 30.000 personas bloqueadas en territorio griego y la incapacidad del gobierno heleno para ofrecer condiciones dignas a los extranjeros que llegan con la esperanza de terminar su duro viaje en algún país europeo comprometido con la acogida de refugiados. Razones cínicas e inmorales ya que esa situación se debe en gran parte a la cerrazón egoísta de Europa y a la incapacidad de gestionar la crisis por los órganos políticos de la propia Unión europea.

Nuestro país no puede permanecer impasible ante el drama de los refugiados. Las cifras de asilo y refugio son vergonzosas: el compromiso que había adoptado España era acoger a 17.000 refugiados, pero hasta hace unos días España sólo había aceptado a 18 asilados desde el pasado septiembre ?porque no había peticiones??. Ahora dice el gobierno en funciones  que se compromete a acoger hasta 450 refugiados antes de final del mes de marzo.

VOCES CRISTIANAS DE SEVILLA manifiesta su indignación y se une al rechazo tanto a los acuerdos UE-Turquía por ilegales, inmorales, vergonzantes y atentatorios a los derechos humanos, como a la postura aquiescente e inmovilista de nuestro Gobierno en este tema. Creemos, como el Papa Francisco, que hace falta ?una respuesta coral?? al drama de los refugiados, una colaboración de todas las naciones para acoger a las víctimas cumpliendo así con los acuerdos  internacionales de asilo y refugio; un compromiso de gastar menos en vigilancia y cierre de fronteras y más en dispositivos de acogida que garanticen la protección de los derechos humanos y la dignidad de los que huyen buscando un lugar que les permita vivir en paz.

 

Sevilla, 16 de marzo de 2016