NOTA DE PRENSA DE MOCEOP SOBRE EL NUEVO SISTEMA DE FINANCIACI?N DE LA IGLESIA

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Moceop

Como movimiento vivo de Iglesia, quienes integramos Moceop (Movimiento pro Celibato Opcional) queremos aportar al conjunto de los creyentes y de la opinión pública general nuestra reflexión sobre el nuevo modelo de financiación pactado entre el Estado Español y la Iglesia Católica .

Una primera mirada superficial podría llevarnos a valorar positivamente determinados aspectos del nuevo modelo, como es que ahora se hayan suprimido las cantidades adicionales que el Estado daba a la Iglesia para compensar la falta de ingresos por el 0,5239 de los contribuyentes que marcaban la casilla correspondiente en el IRPF.
Ahora sólo serán las cantidades resultantes de quienes voluntariamente así lo marquen en su Declaración, sin ninguna otra cantidad ?suplementaria??.

También parecería positivo que no se haya cedido al 0,8% y se haya quedado en el 0,7 y, sobre todo, que la Iglesia Católica Española ( por imperativo de la Unión Europea) se vea obligada a pagar el IVA correspondiente de sus operaciones sin ningún tipo de privilegio como ha venido sucediendo hasta ahora.

Pero, si nos tratamos de profundizar en unas mirada creyente y tenemos como referencia el Evangelio y las actitudes de Jesús de Nazareth, tal vez, debamos sentirnos una vez más avergonzados y escandalizados de que la Iglesia, para financiarse, tenga que recurrir a los mecanismos del Estado y no a los suyos propios como era la norma en el comportamiento de las primeras comunidades cristianas donde ?todos los bienes los ponían en común ? y donde ?no había pobres entre ellos??; seguían el estilo de Jesús, que mandaba a sus discípulos ir con ?una sola túnica?? porque debían seguir su ejemplo: ?El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza??.

Una lectura simple del Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles nos dice con toda claridad que los primeros discípulos y las primeras comunidades cristianas no se apoyaban más que en su propia generosidad y en el trabajo personal para cubrir las necesidades de todos.

Las primeras comunidades cristianas, siguiendo el ejemplo de Jesús, vivían de sus propios medios. San Pablo ?trabajaba afanosamente con sus propias manos?? porque no quería ser gravoso a los hermanos.

¿No sería hoy mucho más ejemplar y conveniente para su libertad que los sacerdotes vivieran de su propio trabajo y que los propios fieles de las iglesias fueran los que sostuvieran sus necesidades?

Creemos que sería preferible que nuestros obispos hubieran mirado más como referencia al Jesús de los Evangelios y a la práctica de las primeras comunidades cristianas y no se hubieran sentado a la mesa a negociar con el poder del Estado; habría así prevalecido una postura más cercana al Evangelio y menos copiada de los moldes de negociación entre poderosos…

El Cardenal Rouco ha dicho que lo conseguido es insuficiente; el portavoz episcopal ha dicho que ?salimos ganando todos??. Pero la verdad es que, como ciudadanos, hemos perdido todos una magnífica ocasión para que el estado laico profundizara en su andadura.

Y, como creyentes, también hemos salido perdiendo y hemos vuelto a sentirnos decepcionados porque la Jerarquía de la Iglesia Española ha aparecido como un poder que se relaciona con otro poder más que como una comunidad seguidora de Jesús.

Cádiz 5 de Octubre de 2.006

EQUIPO DE PRENSA DE MOCEOP

Juan Cejudo .-Cádiz
Andrés Muñoz.-Madrid
Teresa Corté.- Madrid
Ramón Alario.-Guadalajara