Al igual que la catastrófica invasión anglo-estadounidense de Irak puso fin a las épicas aventuras militares occidentales en el Medio Oriente, la tragedia de Siria es una garantía de que no habrá más revoluciones árabes. Han bastado sólo trece años de carnicerías – 2003-2016 – para realinear el equilibrio de poder político en la región. Rusia e Irán y los musulmanes chiítas de la región están decidiendo su futuro; Bashar al-Assad no puede cantar victoria, pero está ganando. ··· Ver noticia ···
Registrarse
¡Bienvenido! Ingresa en tu cuenta
¿Olvidaste tu contraseña? consigue ayuda
Recuperación de contraseña
Recupera tu contraseña
Se te ha enviado una contraseña por correo electrónico.