Nos acabamos de enterar del fallecimiento de José Ignacio González Faus a los 92 años, con la pluma aún en el tintero. Su legado como teólogo y gran especialista en le ética del Evangelio seguirá iluminando a quienes buscan un cristianismo fiel al Evangelio y comprometido con la justicia.
Además de sus aportaciones en cristología y eclesiología, González Faus se distinguió por su ironía fina y su valentía para abordar los desafíos de la fe en el mundo secular. Desde Cristianisme i Justícia, trabajó incansablemente para denunciar las contradicciones del poder y defender una Iglesia coherente, pobre y servidora.
En la Iglesia de Base lo vamos a echar mucho de menos. Muchos hemos entendido mejor el seguimiento de Jesús gracias a sus escritos. Algunas de sus afirmaciones nos siguen resonando:
- «Dios no es monopolio de ninguna religión, pero es el único que puede salvarlas a todas de sí mismas.»
- «Los pobres nos evangelizan porque nos despojan de nuestras falsas seguridades.»
- «Cristo no fundó una religión, sino un camino de vida.»
Su voz crítica, lúcida y evangélica seguirá viva en quienes creemos en una Iglesia más humana y más cercana a los últimos.