Hay que parar el genocidio contra el pueblo palestino -- SERPAJ

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Hacemos un llamado a la Comunidad Internacional, a organismos como la ONU, el Parlamento Europeo, la UNESCO, la OMS, a las religiones y a los pueblos del mundo, para poner fin al genocidio que el Estado de Israel está cometiendo contra el Pueblo Palestino.

La Corte Penal Internacional ha acusado al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, como responsable de genocidio contra el pueblo palestino por las muertes de niños y población civil. Los aliados de Israel, como Estados Unidos y varios países europeos, son
cómplices del genocidio.

Numerosas voces influyentes en el mundo —como las del Papa Francisco, el Consejo Mundial de Iglesias y otras personalidades internacionales— han alzado su voz, pero no son escuchadas. Mientras tanto, Estados Unidos hace valer su derecho de veto en la ONU para bloquear sanciones y denuncias contra Israel, que actúa con total impunidad. El objetivo es
claro: destruir Palestina para apropiarse de su territorio. Incluso Donald Trump ha expresado su intención de expulsar a los palestinos para ocupar sus tierras y construir un Disney Word.

Es urgente fortalecer y reformar las Naciones Unidas para que sus decisiones, pactos y protocolos sean respetados. Entre ellos, la creación de dos Estados libres y soberanos: Israel y Palestina. Sin embargo, Israel y sus aliados violan estos acuerdos constantemente con
total impunidad.

Cabe destacar que no todo el pueblo judío apoya las atrocidades de su gobierno. Existen organizaciones, movimientos y figuras públicas que trabajan para detener la violencia por parte del gobierno de Israel y promover una convivencia justa e igualitaria entre ambos pueblos.

La violencia desatada contra Palestina debe terminar de inmediato. No podemos permitir que este conflicto escale hacia una guerra regional que involucre a Líbano, Irán, Siria, Yemen y Sudán, amenazando la paz mundial. Recordemos los conflictos pasados de Israel con Egipto (1948-1978) y Jordania (1948-1994). Es inaceptable que organismos
internacionales como la ONU no logren implementar mecanismos efectivos para detener la guerra y construir una paz duradera.

Este no es el único conflicto que amenaza al mundo. La guerra entre Rusia y Ucrania, así como los intereses de las grandes potencias y la OTAN, demuestran cómo se fomenta la industria bélica, el negocio de los mercaderes de la muerte.

Las verdaderas guerras que debemos librar son contra el hambre, la pobreza, la desigualdad y la violencia estructural que sufren millones de personas. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde.
Como decía Martin Luther King: «Si el mundo terminara hoy, igual plantaría un manzano».

Este es el símbolo de la esperanza y la certeza de que otro mundo es posible.

Adolfo Pérez Esquivel

Buenos Aires, abril 17 2025