Crónica del encuentro del MOCEOP en las Lagunas de Ruidera

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Logo del MOCEOPDías antes del encuentro MOCEOP en Las Lagunas de Ruidera, al enterarte de que me había decidido asistir este año,  me pediste, Juan,  que te hiciera llegar una especie de ?crónica de urgencia?? sobre el mismo.

Lo hago con gusto, a sabiendas de que otros asistentes disponen de plumas mejor dotadas que la mía para estos menesteres . Sabes también que nuestra revista TIEMPO DE HABLAR dará cumplida información de todo lo vivido en ese inolvidable fin de semana .Así que a ella me remito desde ya.

Aunque no participé en el encuentro anterior, lejos anda de mi cabeza aquello de que ?nunca segundas partes fueron buenas??. Es más, puedo decir de entrada que el de este año ha sido excelente en todos los órdenes: lagunas y naturaleza a tope primaveral, estructuración de los contenidos acorde en todo momento con el lema del encuentro ?Conéctate al futuro??, imaginación y creatividad ya probadas y la experiencia compartida en la oración y celebración eucarística.

Y es que, como señaló Tere en su intervención de bienvenida, ?el  ánimo, las ganas de luchar, la apertura, estar siempre dispuestos a hacer un esfuerzo más, a descubrir nuevas rutas?? siguen presidiendo los ánimos de muchos moceoperos-as.

El aperitivo ?ideológico?? en la noche del viernes nos lo proporcionó José Luis Alfaro con la proyección del corto ?Los hijos de los pastores??, parábola realista sobre la dura existencia de unos pastores manchegos, cuyo futuro queda confinado a las majadas y  altozanos en los que anda pastando su rebaño de cabras,  con el trasfondo de las gigantescas aspas de modernos aerogeneradores, que bien poco parecen incidir en el incierto porvenir de estas personas.

Iniciamos el día central con la oración preparada y dirigida por Deme: lecturas, salmos, y cantos acompasados de  sencillos ? no tanto para algunos ? ritmos y danzas.

Después del desayuno vino el ?plato fuerte?? del día: la ponencia de Pepe Laguna, ?Un mundo nuevo: conéctate al futuro??. Pepe, magistral como siempre, con las ideas muy claras y la capacidad de expresarlas, de manera que todos pudimos entenderle.

Bajo el índice de la mano de Colón fue dándonos rápidas pinceladas sobre la realidad ambivalente del futuro que ya ha comenzado  y que aguarda a los que vendrán detrás de nosotros. La ?cacharrería?? tecnológica no solo pone a nuestra disposición montañas de información inmediata sino que nos lleva a plantearnos nuevas preguntas en nuestra existencia y a buscar también nuevas respuestas con independencia de quienes tradicionalmente y desde posiciones de poder se han creído en posesión de las verdades y con derecho a imponerlas a los demás. No existe una única y excluyente manera de realizar nuestra obligada travesía marina hacia el futuro . Y Pepe planteó entonces el superpetrolero como metáfora del mundo actual: con su rumbo y destino prediseñados en los ordenadores de los ?jefes??, su tripulación se limita sin demasiados agobios a obedecer las indicaciones de monitores y radares. Pero ¿ qué es de los náufragos y de las pequeñas embarcaciones que iniciaron también su periplo por los mares? El superpetrolero ya no dispone de los antiguos vigías y esos pequeños puntos de su entorno inmediato pasan inadvertidos a los radares. Su mundo es el del progreso, sinónimo de consumo y por eso el único objetivo es hacer la travesía de la manera más cómoda y segura, arribando únicamente a los puertos donde asegura más consumo, aunque tal vez no tanto progreso.

Finalmente apuntó Pepe algunas pistas de actuación para encarar debidamente el futuro y que me limito a esquematizar por no alargar estas líneas:

– Cuestionamiento del discurso sobre el necesario crecimiento con alternativas como la de la filosofía del decrecimiento

– Cuestionamiento del discurso del contrato frente al discurso de la alianza

– Pluralidad frente al pensamiento único : frente a la travesía en el petrolero programado puede pensarse en otro modo de travesía con miras diferentes, tal vez en embarcaciones más sencillas, desde las que sea menos difícil cambiar el rumbo del viaje cuando sea preciso. Lo imprescindible es establecer redes de comunicación entre esas embarcaciones, sumando siempre nuevas ideas y aportaciones para la adecuada navegación.

– En nuestra sociedad, ni siquiera en la occidental, ya no sirven los ?grandes relatos?? _ derecha/izquierda ? sino los que hacen referencia a  las pequeñas alternativas al sistema, las alternativas prácticas, útiles y significativas para la gente; aquellas que vienen inspiradas y diseñadas por la ética de la compasión con el débil.

Como estaba prometido, nos dimos un tiempo para despejar nuestras mentes y disfrutar del maravilloso espectáculo ofrecido por  Las Lagunas y su entorno.

A la comida y al descanso, siguió la sorpresa denominada en el programa ?Motivación para el trabajo de grupos?? ¿ Cómo resumiros en pocas palabras la magnífica representación de la visita a la corte de Isabel la Católica realizada por Cristóbal Colón, rodeado de indios portadores de todo tipo de presentes y noticias provenientes del mundo recientemente descubierto? ¿ Os figuráis a la reina degustando las patatas o el chocolate, – a lo que no hizo asco alguno –  o pidiendo a su confesor que ahuyentara a base de asperjazos de agua bendita la aparición de los sucesivos artefactos diabólicos como el tren, el coche, los barcos a motor o el avión, el teléfono y los ordenadores, el IPad y  Iphone 5 , las tablets y demás ?cacharrería?? electrónica? La risa constante y el prolongado aplauso pusieron fin a la magnífica actuación de Tere, Andrés, los José Luis y el grupo de niños, que nos hicieron pasar tan buen rato.

El trabajo de grupos estuvo también configurado en el ambiente de ruta marina hacia el futuro: 1º: ?Mariner@s ¡ a toda vela!; 2º: vigí@s,¡tierra a la vista!; 3º: explorador@s, no conquistador@s; 4º remer@s, ¡indígenas con alma!; 5º: grumet@s. Quemar barcos; 6º: bucaner@s. ?El huevo de Colón??, 7º: Lector@s de las cartas marinas. Imposible traer a colación las variadas y ricas reflexiones de cada uno de ellos; y, una vez más, habré de remitirme a la información más detallada que nos aportará sin duda el próximo número de  TIEMPO DE HABLAR.

Divertida e ingeniosa estuvo también la fiesta con la que culminaron las actividades del sábado y, por qué no decirlo, regada con vinos y licores de la marca ?tiempo de hablar??.

La prevista eucaristía del domingo se desarrolló bajo el símil del viaje de Colón, haciendo seis escalas en diferentes partes del planeta, en la idea de interiorizar la realidad del mundo. Cada escala presentó sus ofrendas más significativas y una lectura bíblica, mirada amorosa y cuestionante de Dios sobre esas distintas situaciones La sencillez de la celebración fue pareja con el ambiente de comunión, convencidos como estábamos todos de la misteriosa presencia del Señor, prometida a quienes nos reuníamos en su nombre y celebrábamos su presencia con el pan y el vino compartidos.

Y como siempre, la última parte se dedicó a la información.

Andrés Muñoz nos recordó el ?ser?? del MOCEOP  y comunicó la presencia del movimiento en la asamblea de septiembre de Madrid. Por su parte, José Luis recordó que TIEMPO DE HABLAR es de todos e invitó una vez más a no reprimirse en el envío de ideas y aportaciones.

El repaso de situaciones difíciles por las que están pasando personas ligadas al MOCEOP tuvo como conclusión la iniciativa de crear un?? fondo de solidaridad-moceop?? , coordinado también por José Luis y en el que estamos todos invitados a participar. De dicho fondo se extraería también la aportación necesaria para la participación en la actividad de la Confederación y en el trabajo que se está preparando de cara al 50º aniversario del Vaticano II.

Por último, Andrés habló de la idea de elaborar un folleto con el material de celebraciones-moceop, pues es algo demandado frecuentemente por grupos y comunidades.

Terminada la comida, fuimos abandonando poco a poco y no sin cierta nostalgia el  pequeño paraíso manchego, pero con el ánimo de seguir oteando el futuro que nos permita configurar el mundo nuevo que está a la vista.