Enterados por los medios de comunicación social, nos ha sorprendido, en gran manera, la noticia de que han aparecido hace unos pocos días en algunos muros de la Ciudad de Roma, cerca del Vaticano, carteles, sin firma alguna, escondiéndose en el anonimato, contra tu persona y tu acción pastoral.
Nosotros y nosotras, miembros de los Comités Oscar Romero de Europa, queremos manifestarte nuestra total y absoluta fidelidad a tu acción evangélica, de ser luz para el desorientado, sembrador de paz para el angustiado, transmisor de esperanza en este mundo, desgraciadamente afectado por tantos falsos dioses. Somos testigos de que con una naturalidad y humildad sorprendente te has convertido, como lo hizo Monseñor Oscar Romero, inspirador de nuestros Comités, en voz de los marginados de la tierra. Te has manifestado en muy poco tiempo en agente de cambio eficaz, dentro de la misma Iglesia, que tanta falta hacía.
Lamentamos esta acción pública contra tu persona de sectores, creemos minoritarios de la Iglesia, movidos sin duda por intereses ajenos al Evangelio de Jesús al que Tú sigues con tanta valentía y fidelidad.
Te agradecemos la fortaleza que nos infundes a través de tu magisterio. Rogamos al Dios del amor y de la paz para que te siga acompañando en la acción transformadora de nuestra Iglesia, servidora humilde del Pueblo de Dios. Siempre al lado de los débiles, hambrientos, refugiados, emigrantes. De los que no tienen nada, por culpa de los poderosos de este mundo.
Gracias, hermano, Papa Francisco. Dichoso Tú que eres perseguido de muchas maneras por fidelidad a la causa de Jesús al que sirves y que nos animas, también, a seguirle.
Sabemos de las ?resistencias malvadas?? de las que Tú mismo hablaste en tu discurso a los miembros de la Curia Romana y con las que te encuentras con frecuencia. También tu Maestro se encontró con ellas.
Sigue con tesón y misericordia, sin dejar de sonreír, reflejo de tu paz interior.
En cierta ocasión, un niño, desde su sencillez e inocencia, te preguntó que hacía Dios antes de crear el mundo. Tú también le respondiste con la misma sencillez y profundidad : amar. Pues bien, nosotros observamos, con alegría, que, también, es lo que haces todos los días.
Es una bendición tenerte como hermano y Papa de nuestra Iglesia, que, aunque pecadora, se esfuerza por seguir, como Tu, a Jesús
COMITES OSCAR ROMERO DE EUROPA