El 8 de mayo de 2025, el recién elegido Papa León XIV, anteriormente conocido como Robert Francis Prevost Martínez, pronunció su primer discurso desde el balcón de la Basílica de San Pedro en Roma.
En él, el Papa León XIV hizo un enérgico llamamiento a la paz y al entendimiento, destacando la urgencia de tender puentes entre culturas, religiones y pueblos.
Reafirmó su compromiso con el legado del papa Francisco, especialmente en temas de justicia social, misericordia y cercanía a los más vulnerables (emigrantes, mujeres, la misma tierra).
Subrayó la importancia de una Iglesia sinodal, abierta al diálogo, participativa y guiada por el Espíritu.
Invitó a caminar juntos, con humildad, hacia una comunidad más fraterna, escuchando al prójimo y sirviendo con amor.
Concluyó elevando una oración a María, Madre de Jesús, por la Iglesia y por la paz mundial.
Desde Redes Cristianas, le dirigimos el siguiente saludo fraterno y esperanzado al comenzar su pontificado.
Recibimos con alegría tu elección como sucesor de Pedro, y acogemos tu primer mensaje, lleno de espíritu evangélico, llamando a la paz, al diálogo, a la fraternidad universal y al compromiso con la tierra.
Celebramos especialmente tu compromiso con los más vulnerables, entre quienes están tantos emigrantes que hoy huyen del hambre, la guerra y la exclusión, y tantas mujeres y personas LGTBI cuyas voces han sido históricamente silenciadas en la Iglesia y en el mundo.
Nos interpela profundamente tu invitación, siguiendo a Francisco, a construir una Iglesia sinodal, humilde, abierta y servicial, atenta al clamor de los pobres y de la Tierra.
Valoramos tu trayectoria marcada por la cercanía a los pueblos del Sur, especialmente tu misión en Perú, y tu apuesta por una Iglesia que se pone en camino, con los pies en el polvo del mundo y el corazón en el Evangelio.
Nos unimos a tu oración por la paz, y compartimos tu llamamiento urgente a una paz “desarmada y desarmante”. Hoy, mientras el horror continúa en Gaza, en el Congo y en tantas regiones olvidadas de África y del planeta, alzamos nuestra voz contigo contra todos los genocidios, la indiferencia cómplice y la lógica de la violencia.
Nos felicitamos por el nombre que te has dado, porque nos remite a León XIII y su encíclica Rerum novarum, que supuso una valiente opción por los trabajadores en plena revolución industrial del siglo XIX, marcando el inicio de la doctrina social de la Iglesia. Toda una declaración de intenciones.
Queremos colaborar contigo en este nuevo tiempo, aportando desde nuestra experiencia, reflexión y testimonio para una Iglesia más justa, inclusiva, participativa y profética.
Cuenta con nosotros, Santo Padre, para seguir caminando juntos, al estilo de Jesús, hacia una comunidad eclesial donde todas y todos tengamos lugar, voz y misión.
Con esperanza y compromiso cristiano