Acogidos en Valencia -- Editorial de «Tiempo de Hablar-Tiempo de Actuar» Nº 114

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Os doy la bienvenida en nombre de la CVX Ignacio Ellacuría, como comunidad que os acoge en este local. En este primer momento nos gustaría transmitiros que esta casa «es casa vostra, si es que hi ha casa d?algú». Y que nosotros nos sentimos también acogidos por vosotros en vuestro caminar, que ya viene de lejos. Y por eso os damos gracias.

Hoy estamos aquí para celebrar que nos anima un Espíritu, que se concreta en muchos dones. Para celebrar un caminar que viene de lejos, que reúne a los que venimos de diferentes lugares, unidos por la inquietud, atrapados por un viento que nos impulsa.

Para celebrar la existencia de una red que tejen muchas manos; con pulsos diferentes, con cuerdas diferentes, pero que al trabarse son una sola, y mucho más que todas ellas por separado.

Estamos aquí para celebrar esto. Que nuestro Dios nos acoge a todos, nos inunda a todos, nos desea a todos.

Muchos os conocéis de anteriores trechos del camino. Otros nos vamos a ir conociendo. Pero todos nos buscamos hoy aquí. Porque sabemos que la experiencia de ser Iglesia no se acaba en cada cual, sino que requiere caminar y construir desde la diversidad. Porque sabemos que la construcción de un Reino del amor y la justicia requiere de muchas manos y de muchas voces. Porque nos sabemos limitados, y queremos aprender de los otros. Pero a la vez nos ilusiona nuestro camino y vivimos en plenitud nuestra experiencia de fe, y queremos compartirla con los demás. Porque sabemos que sólo desde lo comunitario, desde lo sencillo y desde lo radicalmente humano, Dios se nos hace presente. Y nos convoca a su propuesta de liberación, al lado de los pobres y los oprimidos y excluidos de nuestro mundo, los oprimidos y excluidos de nuestra sociedad, los oprimidos y excluidos de nuestra Iglesia.

Esta celebración supone el principio de un proyecto, que tiene muchas raíces en el camino de cada uno de los que estamos aquí, y de tantos otros que no pueden estar. Xarxa Cristiana de Valencia pretende, vincular a todos aquellos que desean manifestar que es posible una experiencia eclesial plural, de base, abierta al mundo y a las personas, en especial a las que más sufren, comprometida con la transformación de la realidad social y con la transformación de las prácticas eclesiales que dificultan la vivencia radical del mensaje liberador de Jesús.

Es un comienzo sencillo. De ir al ritmo que nos permite nuestra propia pequeñez. Pero, a su vez, que pretende crecer desde la implicación de todos. Hoy celebramos este principio. Pero sobretodo celebramos que Jesús nos convoca a la tarea de construir un mundo más humano y más justo. Y en esa tarea nos hemos encontrado.