Iglesia, libertad -- Editorial Nº 110 de «Tiempo de Hablar-Tiempo de Actuar»

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Moceop

Libertad.jpgTerminamos esta revista igual que empezamos: libertad.
Sábado Libertad. La libertad que brota del sábado, del sábado de gloria en que Jesús se manifiesta a sus amigos, primero a través de las mujeres.
Sabemos que por ahora la libertad de la Iglesia y en la Iglesia es sólo un deseo. Pero creemos igualmente que para los seguidores de Jesús la libertad no puede ser sólo un deseo. La libertad es un mandato, una meta a conseguir. ¿no es la libertad un elemento esencial de la Buena Noticia de Jesús de Nazaret?

Los que hacemos esta revista somos conscientes de que la Iglesia es «cosa de hombres» más o menos inteligentes, más o menos mediocres, más o menos egoístas, más o menos todo. Pero, conscientes de todo ello, implicados en todo ello, porque también nosotros somos así, sentimos aflorar desde nuestras vísceras más profundas el grito de la libertad. Un grito específico, de raíces evangélicas: un grito que afloraba a cada momento en nuestro X Encuentro Estatal del MOCEOP: ABRIR CAMINOS

Porque creemos en la Fuerza del Evangelio no aceptamos que en nombre de la Iglesia nosotros o nuestros responsables jerárquicos entremos en pactos, luchas por el poder, deseos de mantener privilegios, decidir cómo ha de ser la educación de los ciudadanos, recibir dineros…

Porque creemos que Jesús de Nazaret está ya aquí, en este trozo de presente que es cada día, en el futuro que se abre sin orillas, creemos que la libertad es posible vivirla hoy, y mañana, sin esperar la utopía escatológica.

Y sabemos que esto ya es realidad: mirad si no a Entrevías, a Comunidades de Base, a cristianos comprometidos… Y por esta realidad apuesta el Moceop: libertad de la Iglesia y en la Iglesia.
Y sabemos que esto aún no es realidad: sólo basta mirar a nuestro alrededor. Y el Moceop también apuesta por ir denunciando y cambiando esta realidad.