Comunicado de la parroquia San Atanasio de Madrid

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La iglesia que queremos

 

 

Miembros de la Parroquia de San Atanasio de Madrid, invocando al Espíritu Santo, en actitud libre, crítica, responsable y fraterna,  hemos reflexionado profundamente sobre cuáles eran las características más importantes de la iglesia que queremos. Estos cambios que proponemos, expresados de forma concisa,  los hemos agrupado en los cinco apartados siguientes:

 

1.Una iglesia que sitúe el Espíritu de Jesús en el centro, que viva  enamorada y seguidora de Jesús. Más creyente en el Dios de Jesús- que es misericordia-, más evangélica.

Sus miembros tendrán que estar más formados- con una formación no alienante- para conocer más a Jesús y seguirle con amor y responsabilidad.

 

2.Una iglesia más pobre, sin riquezas; con y para los pobres, comprometida con sus anhelos; que lucha en contra de las causas profundas de la pobreza en el mundo y que denuncia las injusticias, una iglesia  profética a la manera de Jesús.

Una iglesia renovada, sin poder, sin dominación sobre las conciencias de las mujeres y los hombres.

 

3.Una iglesia con una actitud abierta y dialogante, que se abre y dialoga con otras iglesias cristianas y con otras religiones y creencias, unidos todos en el anhelo y servicio común de la paz.

En diálogo con la cultura y la ciencia de nuestro tiempo, y con los no creyentes: ateos, agnósticos e indiferentes.

Acogedora, que mira al mundo amistosamente, en actitud samaritana hacia todos y especialmente hacia los jóvenes y  otras personas, como mujeres que han abortado o parejas que se han separado??

 

 

 

 

 

 

4.Una iglesia que es, según el concilio Vaticano II, pueblo de Dios, como una casa común, abierta a todos y para todos, capaz de aglutinar a todos sus miembros; una iglesia de iguales cuya principal identidad es la de ser bautizados, y en la que sus distintos ministerios son simplemente diferentes servicios que se ofrecen a la comunidad; iglesia menos clerical, en la que los laicos tengan un mayor consideración y responsabilidad y donde a las mujeres se le reconozca su importancia, responsabilidad y representación, en igualdad de respeto y acepciones que los varones.

Iglesia con estructuras renovadas, no anacrónicas, en las que la libertad de expresión no se ahogue.

Una iglesia que debería dar una salida al problema del celibato.

Una iglesia con unos pastores más alegres.

 

5.En consonancia con todo lo anterior, queremos un Papa sencillo, libre, pobre, de todos y especialmente de los más pobres, defensor de los Derechos Humanos y capaz de aplicarlos en el seno de la iglesia; democrático, seguidor del estilo de Jesús y reflejo de ?l.

Que suprima o cambie la Curia.

Que sea vínculo de unidad sin anular la diversidad.

 

Madrid 12 de marzo 2013