Aportaciones del Foro Gaspar García Laviana al documento de trabajo para la etapa continental del Sínodo

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Foro de Cristianos ?GASPAR GARCÍA LAVIANA?? (Asturias, España)

DOCUMENTO DE TRABAJO PARA LA ETAPA CONTINENTAL

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DEL DEC

 

Respecto a las primeras preguntas que aparece en el número 105 del DEC:

  1. «¿cómo se realiza hoy, a diversos niveles (desde el local al universal) ese ?caminar juntos?? de la Iglesia anunciando el Evangelio, de acuerdo a la misión que le fue confiada?

 

La iglesia se ve afectada por importantes problemas y entre ellos: el clericalismo, la apatía de los laicos, un lenguaje litúrgico y dogmático anacrónico.

 

  1. y qué pasos hemos de dar para crecer como Iglesia sinodal?»

 

Revisar (VER-JUZGAR-ACTUAR) entre todos lo que se está haciendo. En el centro del análisis estaría la participación de los laicos. Hay que pensar cómo incentivarlos. Nos parece imprescindible darles capacidad de decisión.

 

En el número 106 aparecen a estas cuestiones:

1? «Después de leer el DEC: ¿Qué nos llama más la atención? o ¿Qué experiencias parecen nuevas o iluminadoras?» (= novedades que nos llaman la atención.)

2? «Después de leer el DEC: ¿Cuáles son las cuestiones e interrogantes que deberían abordarse y considerarse en las próximas fases del proceso?»

Todo lo que sigue intenta ser nuestra respuesta a estas preguntas.

 

TENEMOS QUE SUPERAR las estructuras jerárquicas que favorecen las tendencias autocráticas, la cultura clerical e individualista, las disparidades socioculturales y económicas que pueden beneficiar a las personas ricas e instruidas

Y CREAR espacios ?intermedios?? que favorezcan los encuentros entre miembros de grupos que se encuentren divididos o alejados por las razones que sea. Muchos pensamos que en la base de la Iglesia debieran estar pequeñas comunidades cristianas, muy diversas, donde, bien sea en una o en otra, puedan entrar todos, y también los ?movimientos especializados??. Es en este nivel donde se debieran concentrar los principales esfuerzos de la Iglesia.

Uno de los principales problemas es la ausencia de J?VENES. Hay que preguntarles directamente a ellos sobre las causas de su rechazo o indiferencia, oírlos y obrar en consecuencia.

A nuestro modo de entender la Iglesia no enfoca bien todos los temas relacionados con LA SEXUALIDAD, que fundamenta en lo que teólogos y obispos entendieron por ?ley natural??, lo que en absoluto les corresponde a ellos definirla. Creemos que es una causa importante para que muchos se alejen de la Iglesia. Hay que entender la sexualidad de manera distinta. Nos conduciría a cambiar el modo de entender las relaciones entre personas del mismo sexo, el celibato de los sacerdotes, la exclusión del sacerdocio de los homosexuales y de las mujeres, de la comunión de los divorciados y vueltos a casar, la posibilidad de divorcio, etc

SOLIDARIDAD. No solo no debe haber nadie que se sienta excluido, sino que en una parroquia (y diócesis) sinodal todos deben sentirse atendidos: deben existir cauces institucionales para conseguirlo. Habrá que dar más importancia y diversificar CÁRITAS parroquial y diocesana. Es un deber de la Iglesia acoger y cuidar a quienes más lo necesitan. Para ello la Iglesia no debiera dudar en gastar todo lo que tiene.

El origen de uno de los principales problemas que tiene la Iglesia, el CLERICALISMO, está el modo de entender la AUTORIDAD, que dicen que en el caso de la Iglesia es de ?derecho divino??. Antes también lo dijeron para los reyes. Luego se vio que eso no era verdad. La autoridad, también en la Iglesia, es un hecho humano y para los humanos. No es verdad que proceda especialmente de Dios. Creemos que es de vital importancia una nueva manera de entender la autoridad en la Iglesia y ver luego a quiénes y cómo hay que darla y cómo la han de ejercer. Es un asunto en sí mismo laico, por lo que hay que despojarla de toda mistificación: la autoridad no viene de Dios, la necesita el grupo y la otorga el grupo, y el que la ejerza ha de responder de ella ante la comunidad. Sea como fuere, hay que acabar con la autocracia en todos los niveles de la organización eclesial: parroquia, diócesis, Iglesia universal. No puede ser que sea uno solo el que decide, el que manda, vamos. Esto no puede seguir siendo así, ni siquiera para el Papa.

A este modo de entender la autoridad corresponde el modo de entender la OBEDIENCIA como sumisión ?humilde?? y no como un deber de colaboración de todos con el que coordina. La obediencia está afectada por la misma mistificación que se le da a la autoridad. La palabra del superior no es la Palabra de Dios. Esta concepción está en la base que sostiene el clericalismo.

Lo ha dicho recientemente el Papa Francisco: necesitamos NUEVAS FORMAS. No podemos cristalizar el mensaje de Jesús en una única forma válida siempre. Las formas deben poder cambiar para que la sustancia siga siendo siempre la misma. Se debe traducir el evangelio a los lenguajes actuales.

Hablando de la MISI?N de la Iglesia, creemos acertado que sea uno de los primeros objetivos de UNA IGLESIA SINODAL = caminando juntos como hermanos, unidos en lo radical, dejando participar y participando en plano de igualdad, pues todos somos hermanos, -siempre teniendo en cuenta que el testimonio es la mejor palabra que podemos decir-, escuchando el clamor de los necesitados y unidos a toda la gente de buena voluntad que quiere hacer una sociedad cada vez mejor, más justa, igualitaria, libre, solidaria??, cuidando con esmero la Casa Común donde vivimos, reduciendo, reutilizando y reciclando. Creemos que un punto clave de la actividad misionera debe centrarse en la ECOLOGÍA y en la SOLIDARIDAD CON LOS MÁS NECESITADOS.

Hoy ha de ser también prioritario liberar a la iglesia del CLERICALISMO. Creemos que ayudaría a ello separar la función administrativa, de gerencia (parroquial, diocesana, universal), que es en sí misma totalmente laica y pueden desempeñarla mujeres u hombres, solteros o casados, separarla, decimos, de la sacerdotal (párroco-obispo-papa).

Está claro que la Iglesia debe encontrar formas de atraer a TODOS y a TODAS a una PARTICIPACI?N más activa.

Lo que no se puede hacer es estar ?discerniendo?? o en fase de formación años y años.

Cuando se habla de ministerios y carismas nos parece que se están mistificando cosas que son muy sencillas, muy humanas, como son las tareas o servicios que cada uno puede hacer en su comunidad. Incluimos también todo lo referente a la liturgia, normalmente impregnada de barroquismo.

En SINODALIDAD se crece celebrando asambleas eclesiales y episcopales, consejos pastorales y económicos, diocesanos y parroquiales. Nos parece lógico pedir que los consejos presbiterales desaparezcan. Estos organismos no deben ser meramente consultivos, sino decisorios. También consideramos que la transparencia es un factor esencial para una Iglesia auténticamente sinodal. De este modo la autoridad dará confianza y credibilidad.

Nosotros no vemos el valor ni la necesidad de grandes encuentros. En nuestra opinión, la fe, que es seguimiento de Cristo, se alimenta en los encuentros de la comunidad. Lo de ?piedad popular?? nos suena a la ?Iglesia de cristiandad?? que queremos superar.

No se debe impedir a nadie El ACCESO A LA EUCARISTÍA y a los demás sacramentos. ¿Puede haber alguna excepción? Creemos que la Iglesia debería ser flexible y dejar obrar a la conciencia de cada cual, ayudada de su grupo comunitario.

Respecto a lo incomprensible que resulta el lenguaje que normalmente usa la Iglesia, entendemos que la solución no es más formación.  Lo que hay que hacer es cambiar el lenguaje y los signos.