queridos Tere y Andrés (y toda la santa tribu de MOCEOP)
Sois ahora un testimonio de pluralismo y una invitación a la complementariedad en una Iglesia toda ministerial, en diálogo ecuménico y macroecuménico, en una vivencia de fe y política convividas diariamente.
Me pedís un artículo que no voy a enviar. No tengo condiciones ahora de hacer un texto. Valga este mensaje.
El tema (Iglesia lugar de acogida) es de suprema actualidad y vosotros y vosotras lo sentís en carne viva. Y no sólo la tolerancia, que es poco, sino la convivencia fraterna, el enriquecimiento plural, la corresponsabilidad y, como decimos en Brasil, la «partilha» (ese compartir que es raíz y fruto de una buena convivencia).
Pensando en vosotros, en todo el proceso de MOCEOP, hay que dar gracias al Dios de Jesús. Habéis superado con gallardía ciertas tensiones y réplicas de aquellos primeros tiempos; y sois ahora un testimonio de pluralismo y una invitación a la complementariedad en una Iglesia toda ministerial, en diálogo ecuménico y macroecuménico, en una vivencia de fe y política convividas diariamente.
A seguir. Y tener aquel «corazón pascual» , siempre es pascua, que pedía el obispo mártir argentino Angelelli.
Con mucho cariño y mucha gratitud, os abrazo en la Paz subversiva del Evangelio del Reino. Vuestro viejo compañero de camino.
Pedro Casaldáliga, «Ex-emérito», como decía un periodista chusco