La inquietud y el malestar que, como cristianos, nos está produciendo el insólito espectáculo de ver como nuestro país se empobrece y los ajustes caen especialmente sobre los más débiles mientras la Iglesia Católica (IC) es la única instancia a la que no llegan los recortes, la única (salvo las grandes empresas, bancos y demás) que no paga algunos impuestos como el IBI, es un escándalo difícilmente soportable para nosotros, que aun creemos en Jesús de Nazareth, cuyo recuerdo y cuyo mensaje la IC se encarga de enturbiar, entorpecer y ocultar, cada vez con más eficacia no exenta de cinismo.
Los cristianos de base y muchos otros que tienen su mirada puesta en el Reino de Dios y en los más pobres, como su más genuina encarnación e imagen, somos los que, con más fuerza tenemos que exigir una iglesia pobre y solidaria y denunciar con fuerza la actitud de la IC en España, blindada en sus privilegios mientras la mayoría de la población se ve despojada de sus derechos, de sus salarios y en muchos casos, hasta de sus viviendas.
Este es el marco en el que se inscribe este año la Campaña de la Renta, que no podemos dejar pasar sin exigir de la IC que renuncie a sus privilegios fiscales, se desprenda de sus riquezas y aprenda a vivir en la austeridad. Para colaborar en esa dirección invitamos a todos a NO marcar la casilla de la IC en nuestra declaración de la renta.
En el documento a continuación puedes descargar el escrito que ha elaborado la Comisión de Laicidad de Iglesia de Base de Madrid para reflexionar sobre este tema.