TIEMPO DE CUARESMA : 1º DOMINGO. Franz Wieser (Perú)

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Jesús, lleno de Espíritu Santo, regresó del Jordán, y el Espíritu lo fue llevando por el desierto dúrante cuarenta días, mientras el diablo lo tentaba. Todo aquel tiempo es­tuvo sin comer y al final sintió hambre. EL diablo le dijo: -Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se con­vierta en un pan. Jesús le contestó: -Está escrito que «no sólo de pan vivirá el hombre».

Después, llevándolo a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: -Te daré toda esa autoridad y su gloria, porque me la han dado a mí y yo la doy a quien quiero; si tu me rindes homenaje, será toda tuya. Jesús le contestó: -Está escrito: «Al Señor tu Dios rendirás homenaje y a él solo prestarás servicio».

Entonces lo condujo a Jerusalén, lo puso en el alero del templo y le dijo: -Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: «Dará órdenes a sus ángeles para que te guar­den», y también: «Te llevarán en volandas, para que tu pie no tropiece con piedras».

Le contestó Jesús: -Está mandado: «No tentarás al Señor tu Dios». Acabadas todas sus tentaciones, el diablo se alejó de él por un tiempo.

Comentario

Tiempo de cuaresma; – Como se nos enseñaba: de abstinencias, ayunos, de imponerse sacrificios, hasta se ha llegado a magnificar dolores y sufrimientos como meritorios para el alma. Como evangelio del primer domingo se escogió de hecho un pasaje bíblico donde se nos presenta a Jesús en el desierto, al mismo que sus adversarios acusaron de comilón y bebedor, ayunando y sufriendo el acoso del demonio.

Un rico episodio para explotar, sea para bien o mal en la formación del creyente. Depende del cristal por el cual se lee y el espíritu con que se pregona el Evangelio.

El fundamentalista lo interpreta o al pie de la letra, o partiendo de prejuicios o conceptos personales que busca sustentar por medio de la Sagrada escritura.

El desierto es un símbolo de silencio, sobriedad y amplitud para el espíritu. En el desierto uno está lejos del bullido, las impresiones y el ansia de la ciudad. La distancia de todo estos quehaceres entorno a la sobrevivencia le da un contorno real en miras del sentido de la vida. Espacios de soledad, silencio y de moderación de los sentidos, son el caldo fértil para encontrarse consigo mismo y para no reconsiderar el camino recorrido, hacia donde vamos, qué hacemos con nuestra vida única que tenemos.

Bajo este criterio hay que ponderar también las llamadas ?tentaciones de Jesús??, tentaciones reales, no fingidos como se insinúa. Son tentaciones que se presentan a todos nosotros en el afán de tener éxito, para superarse en la vida. Esto de cambiar piedras en pan me explicaba intencionalmente un joven abogado: ?Si uno es suficientemente vivo, puede recogerse sin mucho esfuerzo la planta de la calle??. Basta, como se dice en criollo, vivir del sonso, que vive de su trabajo. Otros esperan con buena fe, que sus problemas se solucionan pidiendo milagros al cielo. Jesús, sin embargo aposta por la fuerza de la palabra de Dios. ?El hombre no vive solamente del pan (símbolo para su subsistencia material). En otra oportunidad: ?Busquen antes que nada el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás les dará por añadidura??. A veces tenemos la sensación que ser honestos, transparentes y generosos, significa quedar atrás en el bienestar individual y familiar. Puede ser en el sentido de acumular riquezas materiales, pero no en cuanto a la felicidad, la paz y el bienestar.

Otra revelación, fruto de la meditación en silencio, era para Jesús que, llegar al éxito cambiando el estilo de vida poniéndose a la altura de quienes aparenten ser más que los demás, tampoco sirve para liberarse de dependencias y, menos todavía para liberar a sus hermanos de la alineación y dependencia. Flotar desde las alturas del templo, no significa otra cosa que embrujar a las masas con gestos espectaculares y apoteósicos, con ceremonias y ornamentos llamativos, como lo acostumbraron los clérigos de su tiempo (y no solamente del suyo). La verdad, según el comportamiento de Jesús no requiere maquillaje sin convertirse en mentira, ni la piedad templos o sacrificios que no resulten del amor y la misericordia. ?Los verdaderos adoradores de Dios lo adoren en espíritu y verdad??.

Lo que los adversarios de Jesús no le perdonaron a Jesús, era que se negaba arrodillarse delante ellos, es decir hacerse cómplice en utilizar la religión en provecho propio para dominar a la gente. Echarse al lado de los marginados, pobres y hasta pecadores con la capacidad de convocatoria y sanación de la cual Jesús disponía, era para ellos poco menos que socavar su autoridad sobre el pueblo, y desprestigiar su jerarquía sagrada. Como los adversarios de la teología de la liberación, relacionaron su actuar con la política con lo cual pudieron contar con el brazo del Imperio Romano para eliminarlo. Jesús no cayó en esta tentación de con-cordatos con poderes abusivos y totalitarios, como varios de nuestros jerarcas en el curso de la historia, sino quedó consecuente hasta el final.

Jamás Jesús buscaba el dolor, los sufrimientos como un valor en sí. ?l quiso que tengamos vida, vida en abundancia. Los sufrimientos vienen del hombre, sea por omisiones o comisiones, por falta de solidaridad o por su ambición de tenencia y poder. El hombre cada hombre ha de ser el milagro del bienestar de todos y no esperarlo que lo haga un caudillo o caigan del cielo. Solo el sufrimiento que resulte del auténtico amor al prójimo, es meritorio ante Dios.

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