?rganos de la diócesis de Bilbao: «Malestar, desacuerdo y tristeza»

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Religión Digital

Cuenta J. Méndez en El Correo que el nombramiento el pasado 5 de febrero de Mario Iceta como obispo auxiliar de Bilbao sigue provocando reacciones en el seno de la diócesis de Bilbao. Por vez primera en la historia, cinco miembros de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteriano (compuesta por el obispo Blázquez y cinco miembros elegidos por la Asamblea plenaria) y nueve integrantes del Comité Ejecutivo del Consejo Pastoral Diocesano (formado por el obispo, la presidenta, el secretario y ocho miembros: dos sacerdotes, dos religiosos-as y cuatro laicos-as) han hecho pública una carta, que ya circula por las parroquias de Vizcaya, en la que muestran su malestar por no haber sido tenidos en cuenta en el proceso de nombramiento del sustituto de Carmelo Echenagusia.

La decisión del Papa de nombrar a Iceta provocó una reacción sin precedentes entre los órganos de gobierno de la diócesis de Bilbao. Según diversas fuentes, sus miembros pensaron en «dimitir en bloque» de sus cargos. Con el paso de los días, el malestar se ha ido atemperando, pero aún así varios de ellos han dimitido y, en conjunto, han hecho público el escrito, del que informaron a Ricardo Blázquez.

«No han sido oídos»

«Queremos transmitir -aseguran- una información directa a fin de contribuir a una mayor transparencia y al crecimiento de conciencia de pertenencia a la Iglesia». Los catorce miembros de los equipos de gobierno recuerdan la «larga tradición de corresponsabilidad» de los fieles en los asuntos de la diócesis. A tal punto llegó esta implicación que el Consejo de Presbiterio presentó hace años ante la Nunciatura apostólica su propia terna de candidatos (para nada vinculante y como muestra de su deseo de participar en la gestión de la Iglesia de la que forman parte) para cubrir el puesto de obispo auxiliar.

«En ocasiones anteriores, y a propósito de los nombramientos de los obispos, se ha manifestado en la diócesis un deseo de participación mayor en el discernimiento del perfil y de los nombres de las personas adecuadas para ejercer dicha responsabilidad y servicio, y se han puesto en marcha diversas acciones para ejercer esa participación. En el reciente nombramiento de (…) Mario Iceta, a pesar de haberse producido en el marco del Código de Derecho Canónico, no han sido utilizados otros cauces que promovieran la participación de las instancias diocesanas», señala la nota.

«Esta forma de proceder ha generado un profundo malestar y tristeza en buena parte de nuestra Iglesia y en los consejeros y consejeras (…) Los consejos no han sido oídos, ni tan siquiera informados (…) En los consejos celebrados los días 11y 23 de febrero se trasladó este desacuerdo, malestar y tristeza ( …) a nuestro obispo. Este hecho, además ha provocado la dimisión de algunos miembros de la Permanente y del Comité Ejecutivo de ambos consejos», indica el escrito.

La nota concluye señalando que el malestar «no afecta a la persona concreta nombrada» sino al procedimiento usado «que ha obviado» su «participación».