El reconocido teólogo y sociólogo, gran amigo del pueblo de Chile; Hugo Assmann, falleció este lunes en Costa Rica, informaron fuentes vinculadas a la Teología de la Liberación.
Hugo Assmann nació en Brasil en 1933. Fue sacerdote católico durante varios años, actividad que dejó para contraer matrimonio. Exiliado de su país vivió en Uruguay.
También trabajó durante algunos años en Chile, donde ejerció el ministerio sacerdotal hasta la caída de Salvador Allende. Residió años en Costa Rica y hasta su muerte vivía nuevamente en Brasil donde era profesor en los programas de Postgrado en Educación de la UNIMEP, Piracicaba, en Sâo Paulo.
Reconocido como uno de los más importantes exponentes de la teología de la liberación, fue autor de «Teología desde la praxis de la Liberación» (1973), «Opresión-Liberación. Desafío a los cristianos» (1971), «Placer y ternura en la educación. Hacia una sociedad aprendiente», y «Competencia y sensibilidad solidaria: educar para la esperanza??, entre otras publñicaciones .
El Departamento Ecuménico de Investigaciones ?DEI, fue fundado en 1976, contando con Assmann como gran promotor e impulsor. Fuente obligada en la aproximación a una teología de la liberación y una cristología latinoamericana, Assmann deja para los y las teólogas de este continente, una rica herencia.
A él, junto a otros teólogos, se debe el concepto de «idolatría del mercado», como punto inicial para criticar la exigencia de sacrificios de vidas humanas en nombre del mercado capitalista.
Hace 30 años afirmaba Assmann: «Si la situación histórica… de dos tercios de la humanidad, con sus 30 millones anuales de muertos de hambre y desnutrición, no se convierte en punto de partida de cualquier teología cristiana hoy… la teología no podrá concretizar históricamente sus temas fundamentales. Sus preguntas no serán preguntas reales. Por eso, es necesario salvar a la teología de su cinismo. Porque realmente, frente a los problemas del mundo de hoy, muchos escritos de teología se reducen a cinismo».
Desde Chile, nos sumamos al pésame para su familia y compañeros de toda Latinoamérica, convencidos de que está junto al Padre mirando los vientos de cambio que soplan en el Continente y el mundo. ¡¡Querido Hugo, descansa en Paz!!