Benedicto XVI advirtió el domingo que el mundo occidental se ha vuelto »sordo a Dios» y propuso la evangelización como medio de lucha contra el sida, ante unos 230,000 fieles que escucharon su homilía en la sureña localidad alemana de Múnich.
»No existe sólo la sordera física, que aísla en gran parte al hombre de la vida social. Existe una debilidad auditiva con respecto a Dios, que sufrimos especialmente en nuestros tiempos», declaró el Papa alemán, en el segundo día de su visita a Baviera, el estado federado alemán donde nació y creció.
»Nosotros, sencillamente, ya no conseguimos oírlo» porque »las frecuencias que llenan nuestros oídos son demasiado numerosas», lamentó durante su homilía, retomando uno de sus temas predilectos desde el inicio de su pontificado.
»Es una manera de decirle al mundo de hoy que resulta muy peligroso que el dinero mueva la vida, que es demasiado egoísta», declaró Edmund Sohnell, un bávaro de 60 años.
La explanada del nuevo recinto ferial de Múnich rebosaba de entusiasmo y de banderas amarillas y blancas que los fieles ondeaban para saludar al ex cardenal Josef Ratzinger, quien llegó en el papamóvil.
Benedicto XVI abordó también el sida, una epidemia que considera se puede combatir a través de la fe.
Advirtió además de los peligros del mundo occidental, cuyos adelantos técnicos suscitan admiración en Africa y Asia, preocupadas, sin embargo, por «un tipo de razón que descarta totalmente a Dios de la visión del hombre».
En varias ocasiones desde el comienzo de su pontificado, el Papa transmitió su preocupación por un mundo occidental que se ha quedado vacío, sin espiritualidad, donde el relativismo prevalece sobre la fe cristiana y donde se ha vuelto «difícil creer».
El Papa realiza desde el sábado una visita a su Baviera natal que incluye un alto en el camino hoy, en Marktl am Inn, el pueblo de 2,700 habitantes en el que nació, y donde su casa natal fue vandalizada el sábado por la noche con dos botes de pintura azul, según la policía. Este es el primer incidente que se produce durante su viaje apostólico y personal que concluirá el 14 de septiembre.