Desde Roma llegan señales que indican un viraje del Papa hacia los grupos renovadores en la Iglesia Católica. Esto se manifiesta en sus últimos catequesis de los miércoles. Así cuando el 7 de febrero, al referirse a la pareja Priscila y Áquila afirma que ?la Iglesia nació y se consolida en el hogar de los creyentes??. En los Hechos de los Apóstoles se relata, que los cristianos se habían reunido en la casa de estos, para celebrar el ágape.
Y el 14 del mismo mes: ?La historia del cristianismo hubiera tenido un desarrollo diverso si no hubiera sido por el generoso aporte de muchas mujeres…??. ?los Evangelios nos dicen que las mujeres, a diferencia de los Doce, no abandonaron a Jesús en el momento de la Pasión. Entre ellas destaca la Magdalena, que no solo presenció la Pasión, sino que fue también la primer testimonio y anunciadora del Resucitado??.
Si bien es cierto que con esto el Papa no hizo más que remontarse a la fuente de nuestra fe, no faltaría más que sacar las conclusiones para el presente: Admitir, que la Iglesia somos todos y que la mujer es apta para ser colaboradora en el apostolado con y en igual condiciones como los pastores varones, sea como parejas matrimoniales o individualmente.
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