Los medios de comunicación al darnos la noticia sobre el escándalo de las inmatriculaciones, lo atribuyen ordinariamente a la Iglesia católica. «El dantesco escándalo de las inmatriculaciones de la Iglesia católica española», titula Juan Celdrán Navarro su artículo, publicado en La Opinión de Murcia (1 ). Y puede decirse, pues claro, ¿quién lo ha hecho si no?…Yo me permito, sin embargo, matizar de que no ha sido la Iglesia católica quien ha originado este dantesco escándalo, sino los dirigentes de la Iglesia, la jerarquía, los representantes de ella. ¿Recuerdan Uds. el slogan: «Hacienda somos todos»? Hoy sabemos que tal slogan no era verdad. Hacienda es el Ministerio como parte del Estado, nosotros los contribuyentes somos los pagadores, no los administradores del dinero recogido por los impuestos. Lo mismo ocurre en la Iglesia, como en los partidos políticos. Los dirigentes, los que mandan, no se identifican con todo el partido, ni con toda la Iglesia. Los representarán, por ser elegidos, pero el colectivo de los afiliados es diverso y puede opinar de modo distinto a sus dirigentes. Lo mismo ocurre en la Iglesia católica. Hasta ahora se ha identificado a la Iglesia con la jerarquía, pero a partir del Concilio Vaticano II, la jerarquía no es la Iglesia. Iglesia somos todos los bautizados en ella (LG c.2). La jerarquía es una parte, una sección de la Iglesia, la podemos llamar Iglesia jerárquica, pero además de ella, existe la inmensa mayoría de los fieles, que no son jerarquía y que podemos denominarla como Iglesia popular.
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LA IGLESIA NO ES SOLO LA JERARQUÍA[112441]
Antonio Moreno de la Fuente, miembro de la Iglesia popular andaluza.
4 de febrero de 2022.